sábado, 22 de mayo de 2010


JACQUES DERRIDA:
La gran conceptualidad freudiana fue sin duda necesaria, estoy de acuerdo. Necesaria para romper con la psicología en un contexto determinado de la historia de las ciencias. Pero me pregunto si ese aparato conceptual sobrevirá mucho tiempo. Acaso me equivoque, pero el ello, el yo, el superyó, el yo ideal, el ideal del yo, el proceso secundario y el primario de la represión, etc. –en una palabra las grandes máquinas freudianas (¡incluido el concepto y la palabra de inconsciente!)– a mi manera de ver no son sino armas provisorias, hasta herramientas retóricas caseras contra una filosofía de la conciencia, de la intencionalidad transparente y plenamente responsable. No creo mucho en su porvenir. No pienso que una metapsicología pueda resistir mucho tiempo al examen. Casi ya no se habla más.

viernes, 19 de febrero de 2010

Mis versiones


......................................
¿De cuántos hombres te acordás?
- De tantos como mujeres vos te olvidaste -
¡No te vayas!
- Ni me he movido -
Por favor, decime algo lindo
-Claro, ¿Qué es lo que querés oir?-
Mentime. Decime que me esperaste todo este tiempo, dale.
-Te esperé todo este tiempo-
Decime que nadie te ha dedicado palabras como las mias
-Nadie me dedicó palabras como las tuyas-
Decime que ningún hombre te hizo gozar como yo.
-Ningún hombre me ha hecho gozar como vos-
Decime que ninguna pija te gustó tanto como la mia.
-Ninguna me gustó tanto como la tuya-
decime que me amas como yo te amo.
-Te amo como vos me amás-
Gracias,
muchas gracias.
.....................................................
mi versión sobre el famoso diálogo de Philip Yordan, perteneciente al mítico film de Nicholas Ray "Johnny Guitar"
1954.
karla

sábado, 16 de enero de 2010


La Torá prohíbe solamente el coito, pero los rabinos ampliaron esta prohibición, o sea que un hombre no puede ni siquiera tocar a su esposa o dormir en la misma cama con ella durante este tiempo. Así que... al sofá. Al final del período de niddah -tan pronto como sea posible- después de la noche después del séptimo día limpio, la mujer debe sumergirse en una mikvah kosher, una piscina ritual. El mikvah se utiliza tradicionalmente para limpiar a una persona de las impurezas. Hoy en día, se utiliza principalmente con este propósito, y como parte del ritual de la conversión.
La mikvah es sólo un ritual de purificación, no de limpieza física. Obvio, se construye un mikvah antes que una sinagoga. Hace mucho tiempo una gran parte de la ley judía giró en torno a las cuestiones de pureza ritual y la impureza. La ley de niddah es la única ley de pureza ritual que sigue siendo observada hoy. Todas las otras leyes se aplicaban sólo cuando el Templo existía, y hoy ya no tienen vigencia. El tiempo de separación comienza con la primera señal de la sangre menstrual y termina en la noche del séptimo 'día limpio' de la mujer. Esta separación dura un mínimo de 12 días, y en la práctica un promedio de 15.
La ley es la ley.
karla.

jueves, 8 de octubre de 2009

sabio.


No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo.

La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos.

La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.

Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ’superado’.

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.

La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia.

El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.

Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.

Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.

Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.

En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.

ALBERT EINSTEIN
Retrato de Andy Warhol.

jueves, 10 de septiembre de 2009

dorothy


I do not like my state of mind;
I'm bitter, querulous, unkind.
I hate my legs, I hate my hands,
I do not yearn for lovelier lands.
I dread the dawn's recurrent light;
I hate to go to bed at night.
I snoot at simple, earnest folk.
I cannot take the gentlest joke.
I find no peace in paint or type.
My world is but a lot of tripe.
I'm disillusioned, empty-breasted.
For what I think, I'd be arrested.
I am not sick, I am not well.
My quondam dreams are shot to hell.
My soul is crushed, my spirit sore;
I do not like me any more.
I cavil, quarrel, grumble, grouse.
I ponder on the narrow house.
I shudder at the thought of men....
I'm due to fall in love again.
—Dorothy Parker—

miércoles, 26 de agosto de 2009

Sin palabras este trabajo de Horacio Salinas.
karla.

miércoles, 29 de julio de 2009


Sobre Senilidad
Me gusta esta diferenciación que hace Ricardo Moragas, entre senilidad y senescencia:

"a)Senilidad. El etiquetaje negativo más frecuente es el de "senil", calificativo asociado automáticamente con manifestaciones propias del envejecimiento patológico y caracterizado por pérdida de memoria, confusión mental, conducta irregular, etc. El término ha ganado popularidad y ha sido ampliamente difundido por los medios de comunicación pasando a identificar una conducta anormal, incapaz de mantener el ritmo de la vida social habitual. Las peresonas de cierta edad han interiorizado el estereotipo de la conducta senil y tienen miedo a ser catalogadas dentro de ella, ya que supondría el principio de la marginación social definitiva. El etiquetaje como senil supone la entrada en la categoría de anciano enfermo con nulas posibilidades de curación, ya que senilidad lleva inserta la temida inevitabilidad, cronicidad, o imposibilidad de curación.

A partir de cierta edad es frecuente que cualquier pequeña limitación de las facultades psíquicas tienda a identificarse con manifestaciones de senilidad. Por ejemplo, si un trabajador de más de sesenta años olvida algo, él mismo puede preguntar con temor: "¿Estaré volviéndome senil y perdiendo facultades para siempre?" Mientras que si su compañero de trabajo joven olvida algo, lo único que sucede es que piensan él y los demás que es un distraído. Estas deficiencias aparecen con mayor frecuencia en la ancianidad, pero la mayoría de los ancianos no experimenta la senilidad. Lo que experimentan los ancianos es la senescencia o proceso de envejecimiento como cualquier organismo vivo, pero la senescencia no lleva en sí otra limitación que la común al envejecimiento de los órganos. La semejanza de ambos términos ha llevado a identificar senescencia con senilidad pero ello equivaldría a decir que por tener sistema circulatorio todos debemos tener enfermedades cardiovasculares.

En realidad, los jóvenes tienen objetivamente más manifestaciones de irregularidad psíquica, pero estas irregularidades se consideran "normales" para su edad, socialmente aceptables y sin consecuencias importantes para el rol social del joven. Por otra parte, el etiquetaje de un anciano como senil posee consecuencias terriblemente desventajosas para la persona mayor: desde considerarlo un riesgo para la comunidad y tener que protegerlo para evitar que se dañe, suponerlo mentalmente incapaz por lo que no puede mantener una conversación y resultar socialmente peligroso por lo que debe ser internado."
karla.